Para 12 raciones
2.- Añade la mantequilla derretida a las galletas trituradas y mezcla bien hasta que la galleta quede empapada completamente. Pasa la mezcla al molde para tartas y repártelo bien con la espátula cubriendo toda la base. Ayúdate con una espátula o lengua de gato para conseguir una capa lo más lisa y uniforme posible. Lleva al frigorífico para que la mantequilla se endurezca de nuevo.
3.- En un bol con agua, sumerge las láminas de gelatina para hidratarlas, antes de empezar a preparar la crema de queso.
4.- Coloca un cazo al fuego y calienta la leche. Cuando esté caliente añade la gelatina escurrida y remueve con las varillas hasta que se disuelva. Incorpora el queso crema. Remueve hasta que quede integrado por completo. Una vez integrado, retira del fuego y añade la crema de las galletas oreo, que habíamos reservado al principio. Bate con unas varillas manuales y reserva.
5.- Vierte la nata o crema de leche (crema para batir) en un bol y añade el azúcar. Para montar la nata con las varillas, empieza con una velocidad baja porque salpica mucho y poco a poco ve aumentando la intensidad. Cuando la nata dibuja el trazo, deja de batir o podría cortarse. Ya está la nata montada.
6.- Coloca la crema de queso, que se habrá enfriado un poco, en un bol y añade una cucharadita de esencia de vainilla (opcional). La esencia de vainilla tiñe un poco el color blanco de la tarta. Ve incorporando poco a poco la nata con movimientos envolventes para evitar que pierda el aire que hemos introducido al montarla. Cuando la crema esté bien mezclada, viértela en el molde de tarta.
7.-Lleva el molde a la nevera, mínimo 8 horas para que la gelatina actúe y cuaje la tarta de galletas oreo. Lo mejor es hacerla la víspera.
8.- Una vez bien fría, retira de la nevera y, con la ayuda de un colador, cubre por toda la superficie de la tarta con la harina de galletas oreo. Procura que quede toda la superficie uniforme y completamente negra, sin zonas blancas.
8.- Para retirar el molde, ayúdate de un cuchillo para despegar el borde de la tarta. Las paredes se despegarán con facilidad.